26 de Mayo del 2024 – Solemnidad de la Santísima Trinidad

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~ RITOS INICIALES ~

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 3, 16-1

Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia con nosotros.

ORACIÓN COLECTA  
Dios Padre, que al enviar al mundo la Pala­ bra de verdad y el Espíritu santificador, reve­ laste a todos los hombres tu misterio admirable, concédenos que, profesando la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la Unidad de su majestad omnipo­ tente. Por nuestro Señor Jesucristo…

~ LITURGIA DE LA PALABRA ~

PRIMERA LECTURA

El Señor es el Dios del cielo y de la tierra, y no hay otro.

Del libro del Deuteronomio:  4, 32-34. 39-40

En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Pregunta a los tiempos pasados, investiga desde el día en que Dios creó al hom­bre sobre la tierra. ¿Hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, una cosa tan grande como ésta? ¿Se oyó algo semejante? ¿Qué pue­blo ha oído sin perecer, que Dios le hable desde el fuego, como tú lo has oído? ¿Hubo algún dios que haya ido a buscarse un pueblo en medio de otro pueblo, a fuerza de pruebas, de milagros y de guerras, con mano fuerte y brazo poderoso? ¿Hubo acaso hechos tan grandes como los que, ante sus propios ojos, hizo por ustedes en Egipto el Señor su Dios?

Reconoce, pues, y graba hoy en tu corazón que el Señor es el Dios del cielo y de la tierra y que no hay otro. Cumple sus leyes y manda­mientos, que yo te prescribo hoy, para que seas feliz tú y tu descendencia, y para que vivas muchos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre”.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Del salmo 32

Todos. Dichoso el pueblo escogido por Dios.           
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el dere­cho, la tierra llena está de sus bondades. Todos. Dichoso el pueblo escogido por Dios.

La palabra del Señor hizo los cielos y su aliento, los astros; pues el Señor habló y fue hecho todo; lo mandó con su voz y surgió el orbe. Todos. Dichoso el pueblo escogido por Dios.

Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. Todos. Dichoso el pueblo escogido por Dios.


En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor, hemos confiado. Todos. Dichoso el pueblo escogido por Dios.

SEGUNDA LECTURA

Ustedes han recibido un espíritu de hijos en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 14-17

Hermanos: Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. No han recibido ustedes un espíritu de escla­vos, que los haga temer de nuevo, sino un espí­ritu de hijos, en virtud del cual podemos llamar Padre a Dios.

El mismo Espíritu Santo, a una con nuestro propio espíritu, da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con él para ser glorificados junto con él.      

Palabra de Dios.

Todos: Te alabamos, Señor.

ALELUYA        
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era y que vendrá.
ALELUYA

EVANGELIO

Bauticen a los pueblos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.      

Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.   

Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y ense­ñándoles a cumplir todo cuanto yo les he man­dado; y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.        

Palabra del Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS    

Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórma­ nos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Todos:  Amén.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Gál 4, 6 Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Abbá, Padre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN      
C:
Que la recepción de este sacramento y nues­tra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su Unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación de cuerpo y alma. Por Jesucristo, nuestro Señor. 
Todos: Amén.

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