3 de Marzo del 2024 – III Domingo de Cuaresma

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ANTÍFONA DE ENTRADA  Ez 36, 23-26

Cuando manifieste en medio de ustedes mi santidad, los reuniré de todos los países; derramaré sobre ustedes agua pura y quedarán purificados de todos sus pecados, y les infundiré un espíritu nuevo, dice el Señor.

ORACIÓN COLECTA  
Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. TODOS: Amén.

~ LITURGIA DE LA PALABRA ~

PRIMERA LECTURA

La Ley se dio por medio de Moisés

Lectura del libro del Éxodo 20, 1-17

En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras para su pueblo en el monte Sinaí:  
  —Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.       
  »No tendrás otros dioses aparte de mí. No te harás una imagen, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso: castigo la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen; pero actúo con lealtad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.
  »No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque el Señor no dejará sin castigo a quien pronuncie su nombre en falso.         
  »Fíjate en el sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el emigrante que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos, y el séptimo descansó; por eso el Señor bendijo el sábado y lo santificó.  
  »Honra a tu padre y a tu madre; así prolongarás tu vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
  »No matarás.           
  »No cometerás adulterio.   
  »No robarás.
  »No darás testimonio falso contra tu prójimo.      
  »No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su toro, ni su asno, ni nada que sea de él. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: Salmo 18, 8. 9. 10. 11 (R.: Jn 6, 68)

TODOS. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta   y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. TODOS. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.       

Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. TODOS. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. TODOS. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

Más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila. TODOS. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

SEGUNDA LECTURA

Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero, para los llamados, sabiduría de Dios

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 22-25

Hermanos: Los judíos exigen milagros, los griegos buscan sabiduría, mientras que nosotros anunciamos un Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los paganos; pero para los llamados, tanto judíos como griegos, un Cristo que es fuerza y sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres y la debilidad de Dios más fuerte que la fortaleza de los hombres.

Palabra de Dios.

TODOS: Te alabamos, Señor.

TODOS: Honor y gloria a Ti, Señor Jesús.

Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que quien crea en él no muera, sino tenga vida eterna.

TODOS: Honor y gloria a Ti, Señor Jesús.

EVANGELIO

Derriben este santuario y en tres días lo reconstruiré.

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25.

Como se acercaba la Pascua judía, Jesús subió a Jerusalén. Encontró en el recinto del templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero sentados. Se hizo un látigo de cuerdas y expulsó a todos del templo, ovejas y bueyes; esparció las monedas de los que cambiaban dinero y volcó las mesas; a los que vendían palomas les dijo:          
   —Saquen eso de aquí y no conviertan la casa de mi Padre en un mercado.      
 Los discípulos se acordaron de aquel texto: El celo por tu casa me devora.         
  Los judíos le dijeron:
   —¿Qué señal nos presentas para actuar de ese modo?   
  Jesús les contestó:   
   —Derriben este santuario y en tres días lo reconstruiré. 
  Los judíos dijeron:   
   —Cuarenta y seis años ha llevado la construcción de este santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?
  Pero él se refería al santuario de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos recordaron que había dicho eso y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.

  Estando en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en él al ver las señales que hacía. Pero Jesús no se confiaba de ellos porque los conocía a todos; no necesitaba informes de nadie, porque él sabía lo que hay en el interior del hombre.  Palabra del Señor.

PLEGARIA UNIVERSAL

Instruidos por el ejemplo de Jesús, el Señor, que en el desierto se entregaba a la oración, oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios: (R/. Señor, ten piedad.)


Para que todos los fieles, por medio de las penitencias y prácticas cuaresmales, sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana, roguemos al Señor.


Para que todos los pueblos alcancen la paz, la tranquilidad y el bienestar necesario y puedan así buscar más fácilmente los bienes del cielo, roguemos al Señor.


Para que el Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados o se sienten turbados, infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue el consuelo del cielo a los que están tristes o abatidos, roguemos al Señor.


Para que infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión, a fin de que nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de la penitencia, roguemos al Señor.


Señor, Dios nuestro, abre nuestros corazones a tus mandatos y haz que penetremos en la sabiduría de la cruz, para que, liberados del egoísmo que nos aprisiona, alcancemos los dones del Espíritu Santo y lleguemos a ser templo vivo en el que tú deseas recibir nuestra adoración. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS    
Por estas ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón de nuestras ofensas, y ayúdanos a perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 83, 4-5

El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN      

Alimentados en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos, Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

Dirige, Señor, los corazones de tus fieles y da en tu bondad a tus siervos una gracia tan grande que, cumpliendo en plenitud tus mandamientos, nos haga permanecer en tu amor y en el de nuestro prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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