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~ RITOS INICIALES ~
CANTO DE ENTRADA
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
El Espíritu del Señor llena toda la tierra; él da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de la festividad de Pentecostés que hoy celebramos santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa obrando en el corazón de tus fieles las maravillas que te dignaste realizar en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo y en la unidad del Espíritu Santo
~ LITURGIA DE LA PALABRA ~
PRIMERA LECTURA
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
El día de pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: “¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 103
R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra está llena de tus creaturas. R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya
SEGUNDA LECTURA
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13
Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús “Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
Palabra de Dios.
SECUENCIA
Ven, Dios Espíritu Santo,
y envíanos desde el cielo
tu luz, para iluminarnos.
Ven ya, padre de los pobres,
luz que penetra en las almas,
dador de todos los dones.
Fuente de todo consuelo,
amable huésped del alma,
paz en las horas de duelo.
Eres pausa en el trabajo;
brisa, en un clima de fuego;
consuelo, en medio del llanto.
Ven, luz santificadora,
y entra hasta el fondo del alma
de todos los que te adoran.
Sin tu inspiración divina
los hombres nada podemos
y el pecado nos domina.
Lava nuestras inmundicias,
fecunda nuestros desiertos
y cura nuestras heridas.
Doblega nuestra soberbia,
calienta nuestra frialdad,
endereza nuestras sendas.
Concede a aquellos que ponen
en ti su fe y sumconfianza
tus siete sagrados dones.
Danos virtudes y méritos,
danos una buena muerte
y contigo el gozo eterno.
ALELUYA
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
ALELUYA
EVANGELIO
Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que, conforme a la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender con más plenitud el misterio de este sacrificio, y haz que nos descubra toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, tú que concedes a tu Iglesia dones celestiales, consérvale la gracia que le has dado, para que permanezca siempre vivo en ella el don del Espíritu Santo que le infundiste; y que este alimento espiritual nos sirva
para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén.
Podrían compartirme el credo que leyó el sacerdote en la misa de las 1130
Hola Ana Bertha. Mil disculpas por la tardanza. No estamos seguros, pero muy posiblemente se trató del símbolo de los apóstoles:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.