1 de enero de 2024. Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios

Antífona de Entrada

Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey, que gobierna el cielo y la tierra por los siglos de los siglos.

Oración Colecta

Oremos:

Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Primera Lectura

Del libro de los Números 6, 22-27

En aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: “Di a Aarón y a sus hijos: ‘De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia te conceda la paz’. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré”.

Salmo Responsorial

Salmo 66, 2-3. 5. 6 y 8

R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
Ten piedad de nosotros, y bendícenos; vuelve, Señor , tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.

Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.

Que te alaben, Señor , todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero.  R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.

Segunda Lectura

De la Carta de san Pablo a los Gálatas4, 4-7

Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.

Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama “¡Abbá!”, es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

Aclamación antes del Evangelio

Heb 1, 1-2

R. Aleluya, aleluya.
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo.
R. Aleluya.

Evangelio

Del Evangelio de san Lucas 2, 16-21

En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño, y cuantos los oían quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.

Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado.

Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido.

Oración sobre las Ofrendas

Señor Dios, que das origen y plenitud a todo bien, concédenos que, al celebrar, llenos de gozo, la solemnidad de la Santa Madre de Dios, así como nos gloriamos de las primicias de su gracia, podamos gozar también de su plenitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

Antífona de la Comunión

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.

Oración después de la Comunión

Oremos: Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría, sean fuente
de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

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