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~ RITOS INICIALES ~
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4 Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
ORACIÓN COLECTA
C: Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y, para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo… A: Amén.
~ LITURGIA DE LA PALABRA ~
PRIMERA LECTURA
Vienen a mí llorando, pero yo los consolaré y los guiaré.
L: Del libro del profeta Jeremías: 31, 7-9
Esto dice el Señor: “Griten de alegría por Jacob, regocíjense por el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: ‘El Señor ha salvado a su pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel’.
He aquí que yo los hago volver del país del norte y los congrego desde los confines de la tierra. Entre ellos vienen el ciego y el cojo, la mujer encinta y la que acaba de dar a luz.
Retorna una gran multitud; vienen llorando, pero yo los consolaré y los guiaré; los llevaré a torrentes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Porque yo soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito”.
Palabra de Dios. A: Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 125
A. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar. A. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
L: Aun los mismos paganos con asombro decían: “¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!”. Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. A. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
L: Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. A. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
L: Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas. A. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
SEGUNDA LECTURA
Dios quiere que todos los hombres se salven
L: De la carta a los hebreos: 5, 1-6
Hermanos: Todo sumo sacerdote es elegido entre los hombres y nombrado su representante ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Puede ser indulgente con ignorantes y extraviados, porque también él está sujeto a la debilidad humana, y a causa de ella tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, lo mismo que por los del pueblo. Y nadie puede tomar tal dignidad para sí mismo si no es llamado por Dios, como Aarón.
Del mismo modo Cristo no se atribuyó el honor de ser sumo sacerdote, sino que lo recibió del que le dijo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy; y en otro pasaje: tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr.2Tim1,10
L: Aleluya, aleluya. A: Aleluya, aleluya.
L: Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio.
A: Aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Maestro, que pueda ver.
C: Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 46-52
A:Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!”. Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”.
Jesús se detuvo entonces y dijo: “Llámenlo”. Y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Ánimo! Levántate, porque él te llama”. El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete; tu fe te ha salvado”. Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino.
Palabra del Señor. A: Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
C: Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. A: Amén.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Ef 5, 2 Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda agrable a Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
C: Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. A: Amén.