LA LUZ DE LA ESPERANZA
Is 43, 16-21; Sal 125; Flp 3, 7-14; Jn 8,1-11
En medio de una Cuaresma que se torna cada vez más sombría, aparecen brillos de esa luz que es la esperanza. De acuerdo con Isaías, los exilios en Babilonia no van a durar por siempre. El nuevo Éxodo que Dios realizará en favor de su pueblo será aún más maravilloso que aquel éxodo de Egipto. No vale aquí aquella apreciación de que “los sueños, sueños son”: este sueño es una realidad.
Es lo mismo en el Evangelio de Juan.
Los adversarios ponen a Jesús ante una dura prueba: la misericordia o la justicia. Su objetivo es acusarlo como enemigo de la ley de Moisés. Tampoco les importa la situación de aquella pobre mujer que iba a ser lapidada. Jesús no sólo escapa de sus trampas sino que muestra el brillo de la misericordia divina ante la mujer pecadora.